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Desigualdad amenaza estabilidad económica

Para la vicepresidenta de la República, Margarita Cedeño de Fernández, la desigualdad es la principal amenaza al futuro. Y una sociedad que valore por separado sus logros económicos y sus políticas sociales compromete gravemente la sostenibilidad de su sistema económico. El planteamiento lo hizo al participar como oradora en el almuerzo mensual de la Cámara Americana de Comercio (AmchamDR) donde expuso sobre el impacto que han tenido los programas de protección social basados en Transferencias Monetarias Condicionadas que se implementan desde el Gobierno.

Cedeño de Fernández instó a asumir nuevos compromisos públicos y privados en aras de combatir la pobreza y las desigualdades porque “el Estado corrige y orienta, pero este combate es de toda las sociedad”.

Planteó que los indicadores de pobreza han evolucionado y seguirán haciéndolo, en el sentido de que las privaciones cambiarán en la forma en que cambien las sociedades y el mundo, y por ello es necesario diseñar planes que permitan enfrentar esa realidad. Pero no sólo desde el Gobierno, sino también desde el sector empresarial.

“En estas sociedades tan cambiantes, donde cualquier acción, por insignificante que parezca, es capaz de constituirse en punto de inflexión que genere transformaciones profundas, la función de producción de los empresarios no debe estar integrada únicamente por los factores de tecnología, capital y trabajo”, expresó.

Según la vicepresidenta, todos los actores de la sociedad deben involucrarse para velar por una buena y adecuada política social porque las injustas e insostenibles condiciones generadas por la exclusión y la desigualdad. podrían quebrantar la paz social. 

Indicó que combatir las desigualdades y erradicar la pobreza es un desafío para las políticas públicas, un reto social inaplazable y una urgencia para garantizar una economía sostenible. “No hay nación libre y próspera si la desigualdad condiciona la libertad de sus ciudadanos”, concluyó.

Dato
En el país la tasa de incidencia de la pobreza, sobre la base de la población general, se ubicó en 40,9% en el 2012.