El sistema tributario vigente en países como República Dominicana tiende a golpear a los sectores de menores ingresos, y dentro de este doblemente a las mujeres, que solas o acompañadas deben sostener el núcleo familiar, en una pobreza que crece.
Una mirada de género en la fiscalidad evidencia que muchas de las políticas fiscales tanto en la forma de recaudar, como la orientación del gasto público, refuerzan roles tradicionales de la mujer en la sociedad, condenándolas a permanecer en espacios de bajas oportunidades y poca rentabilidad.
La experta en “Fiscalidad y Género”, Deborah Itriago, sostiene que se evidencia una contradicción en el modelo fiscal que se aplica actualmente, que da incentivos fiscales para sectores económicos privados con alta rentabilidad, sin embargo no contempla un enfoque que parta de las particularidades que afectan a las mujeres y a través de ellas a la base de la familia.
Apuntó que esta realidad se irradia restando potencialidades a todos los integrantes de la familia, que dependen de esta y lo que les condena al círculo de la pobreza.
Resalta que muchas de las políticas fiscales modernas se basan en la vieja idea de que existe un hombre ganador del pan en cada hogar, y por ello es el sujeto que interactúa económicamente con el mercado y el Estado. Y que la propia división sexual del trabajo está detrás del mantenimiento de las desigualdades de ingreso, riqueza y oportunidades entre hombres y mujeres.
“Si las políticas fiscales ignoran o no reconocen la división sexual del trabajo y cómo opera, amplían las desigualdades y profundizan los obstáculos para el progreso con autonomía de las mujeres, reforzando estructuras tradicionales
Itriago señala que “muchas de las políticas y programas sociales públicos con enfoque de “género”, a pesar de tener buenos titulares y ser muy necesarios, en general son de un alcance limitado, se encuentran escasamente financiados y cuentan con un planteamiento de fondo que refuerza el rol de las mujeres como cuidadoras de otros y como subordinadas en lo económico.
Qué hacer?
Deborah Itriago, quien estuvo recientemente en el país participando en el “Seminario Internacional Fiscalidad y Desarrollo”, sugiere que lo primero para lograr una visión incluyente y con perspectiva de género en el sistema fiscal, es reconocer las particularidades de género que se manifiestan en la sociedad “y para esto se debe tener información desagregada que revelen las realidades de los distintos sectores poblacionales y dentro de estos, datos que desvelen las situación que viven las mujeres”.
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