Las principales industrias productoras de cigarrillos, junto a representantes del comercio organizado denunciaron ayer la grave situación que está atravesando el sector ante el creciente contrabando de estos productos, principalmente de  marcas provenientes de Haití y cuyo crecimiento ha pasado de 0.4% a 9% entre 2012 y 2013.

“La situación es muy dramática”, afirmó ayer Marcos Bisonó, vicepresidente ejecutivo de Asociación Dominicana de la Industria de Cigarrillos (Asocigar); durante un encuentro almuerzo con la prensa en el Hotel El Embajador, junto al presidente de la entidad, Manuel Cabral; y representantes del sectores del comercio, donde dijo que la situación está resultando ser más grave que la denunciada, dejando pérdidas incuantificables para el Estado. En tanto que Cabral dijo que el crecimiento de los ilícitos ha pasado de 0.4% a 9%, principalmente en dos marcas haitianas “Gold City” y “Comme il Faut”, a pesar de las medidas que dice se han adoptado en Aduanas.

Los cigarrillos introducidos al país son más frecuentes en el Gran Santo Domingo y en la región del Cibao. Cabral destacó que el problema no solo impacta negativamente a las empresas, sino a las recaudaciones fiscales que también registran una importante caída. Sostuvo que se han realizado más de 15 operativos y se han detenido más de cinco furgones, arrojando como resultado en el último año más de 15 millones de unidades de cigarrillos decomisados.

Los representantes industriales coincidieron con los dirigentes comerciales Jorge Jerez, Rosa Dinorah Acosta y el asesor comercial Ricardo Rosario, en que los altos impuestos han sido una causa fundamental en el incremento de los contrabandos de diversos productos en el mercado local. Rosario indicó que la situación es tan fuerte que en las paleteras de sectores como Piantini y otros de Santo Domingo es común observar la venta de cigarrillos procedentes de Haití; que consumen  los nacionales haitianos; como también está ocurriendo con la venta de “triculí” (una especie de ron haitiano) en garrafones de agua, de forma ilegal.

“Se trata de un contrabando incuantificable” apuntaron al recalcar que el caso es conocido por las autoridades dominicanas.