Con el objetivo de preservar la honestidad de sus colaboradores, el 80% del presupuesto de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (Pro-Competencia) está orientado a la compensación de su personal, reveló la presidenta de la entidad, Michelle Cohen.

Cohen resaltó que con esto se busca que sus funcionarios se sientan comprometidos a respetar los principios de la ley, en particular la confidencialidad. También se persigue evitar que caigan tentaciones o accedan a sobornos.

“Buscamos que sean funcionarios probos y que no estén atados a ningún tipo de tentación que los lleve a compartir aspectos íntimos de los procesos. No podemos permitir que haya ningún tipo de escape o de provocación. Ese es el espíritu de todas las leyes de competencia”, explicó Cohen durante un desayuno empresarial organizado por la Cámara Americana de Comercio de la República Dominicana (AmchamDR) y Pro-Competencia. Allí la exsuperintendente de Competencia de El Salvador, Celina Escolan, expuso el tema “Sistema de garantías, derecho fundamental y debido proceso”.

Recursos de las multas
La presidenta de Pro-Competencia también precisó que los recursos que generen las multas que aplique la entidad no irán a la cuenta de la comisión, sino a las arcas del Estado mediante la Cuenta Única del Tesoro (CUT). “El presupuesto de Procompetencia no será engrosado por las multas, irán directo a la CUT y el Tesoro dispondrá de estos recursos. Cualquier multa va directo al erario público, no a una cuenta de la comisión. La visión que tuvo el Consejo Directivo nunca fue de beneficiarse de ganancias perversas provenientes de las multas”, destacó Cohen.

Cohen está esperanzada en que en esta legislatura el Senado completará el Consejo Directivo de Procompetencia y que de inmediato comience a aplicarse el reglamento de Ley General de Defensa de la Competencia, No. 42-08.