La falta de agua potable no sólo aqueja la calidad de vida de las personas. No contar con ese líquido afecta las actividades productivas como la ganadería y la agricultura.
En la comunidad de Los Caimoníes, que pertenece al municipio de Sabaneta (provincia Santiago Rodríguez), se manifestaba una gran escasez de agua de acuerdo a sus habitantes. Cuentan que no siempre disponían de agua para el ganado. Esta situación los forzaba a comprarla de camiones cisterna o desplazarse largas distancias para conseguirla. De acuerdo al ganadero Carlos Marino Almonte, esta situación durante la época de sequía traía como consecuencia la pérdida de miles de cabezas de ganado.
Solución
Ante estas circunstancias que atravesaba la comunidad, los líderes de la Asociación de Ganaderos de Los Caimoníes se acercaron a la compañía de productos lácteos Nestlé Dominicana, dada su relación de negocios con los centros de acopio de leche en la región, y encontraron apoyo en estos. Esta compañía gestionó a través del Consejo Nacional para la Reglamentación y Fomento de la Industria Lechera (Conaleche), el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi) y la Sindicatura del Municipio de Sabaneta una serie de iniciativas para encontrar solución al problema.
Entre estas, la perforación de 40 pozos tubulares, como forma de aprovechar los recursos hídricos subterráneos de la comunidad, la construcción de tres lagunas y la reconstrucción de 5.4 kilómetros de caminos vecinales. Los pozos tubulares suministran agua para el ganado, la cual es bombeada y conducida por tuberías hasta piletas que sirven de abrevadero. Esta agua también se utiliza para irrigar el pasto, para consumo humano y labores domésticas.
Nacimiento del proyecto
En noviembre del 2008 se iniciaron las visitas por parte de los ejecutivos de Nestlé Dominicana junto al agrónomo Román Rivas, a fincas de la comunidad con el fin de discutir distintos aspectos del proyecto. A finales de ese mes, se inicia el levantamiento de datos y elaboración del proyecto.
En diciembre del mismo año se somete el proyecto a las autoridades agropecuarias y se gestiona la maquinaria necesaria con el Indrhi junto al financiamiento del Banco Agrícola, vía Conaleche. En enero del 2009 se perforó el primer pozo en la finca de Carlos Marino Almonte. Iniciativa esta que mejoró la calidad de vida de los agricultores.
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